Crónicas de los/as jóvenes de Amantaní en tiempos de COVID-19
- Francesca Servalli
- 3 may 2020
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 13 oct 2024
El 16 de marzo, el presidente de la nación, Martín Vizcarra, ordenó una cuarentena nacional por 15 días, para prevenir la expansión del contagio del COVID-19. En conjunto con nuestro equipo, y siguiendo los deseos de los jóvenes que se encontraban estudiando en la ciudad, se coordinó para que el 70% de ellos volvieran a sus comunidades y pasen la cuarentena con sus familias, tal como preferían. Actualmente, estos jóvenes están participando en las labores del campo; ayudando a sus familias a la producción de los alimentos que siguen abasteciendo a los más de 30 millones de peruanos. Nos contactamos con algunos de los jóvenes para que nos cuenten un poco más acerca de su experiencia y esto es lo que nos dijeron.
Nombre: Hector Raul
Comunidad: Cusibamba
Estudios: Ingeniería Ambiental y Recursos Naturales
La familia de Hector se dedica principalmente a la producción de papa, cuyes y ganado vacuno para fines comerciales. El ganado ovino y las hortalizas que producen son para el consumo familiar. Actualmente, Hector está participando en diferentes actividades en su comunidad. Una de ellas es el Yapuy, que consiste en aumentar la cantidad de tierra que cubre las plantas de papa y de maíz. Esto se realiza con la lampa. También está el Muyuy, en el cual dejan que la tierra descanse por períodos de tres o cuatro años para luego volver a producir. Durante el Muyuy, se prepara la tierra haciendo la Allapa, que es la acción de mover y voltear la tierra. Este trabajo se realiza con una herramienta llamada chakitaqlla.
Hace poco, Hector tuvo la oportunidad de ser un Collana (líder en los trabajos agrícolas) en la chacra de su tío. Su papá le ayudó indicándole las funciones que tenía que desempeñar. Entre ellas, estaba el control del tiempo de trabajo y de descanso, la repartición de los alimentos (ej. coca y chicha) entre los trabajadores y la determinación de las labores específicas que se realizarían ese día. Nos cuenta que se sintió muy cómodo con esa función ya que pudo desarrollar sus habilidades de liderazgo.
Al empezar la cuarentena, Hector se encontraba trabajando en la Municipalidad de Ccorca, en una de las obras en la comunidad de Ccorca Ayllu. Lamentablemente, tuvo que dejar ese proyecto inconcluso. Por otro lado, en cuanto a sus estudios, se siente frustrado y molesto porque estaba listo por empezar sus clases en abril y ahora no sabe cuándo iniciarán las clases.
Hector se mantiene siempre informado de lo que sucede en el país, ya que cuenta con acceso a Internet. Debido a esto, unos días atrás ayudó a muchas familias a verificar de forma online si es que clasificaban para el bono de S/. 380.00 prometido por el Gobierno Peruano para personas de escasos recursos y se dio con la sorpresa de que esta ayuda no está llegando, en muchos casos. Esto también le causa mucha frustración.
Finalmente, si se pone a pensar en el futuro, siente un poco de temor de volver al Cusco aún con la presencia del COVID-19. Pero extraña estar con sus amigos y poder hablar constantemente con el equipo de Amantaní, así que eso lo emociona.
Actualmente, vive el Ayni con su familia más cercana, respetando las reglamentaciones impuestas por la policía. En su comunidad, se reúnen por familias y van haciendo los trabajos requeridos por cada una de ellas. Las mujeres también se han organizado para poder ayudarse en la preparación de los alimentos.
Hector se siente orgulloso de poder estar participando actualmente en este trabajo. Sin embargo, reflexiona y nos cuenta que por mucho tiempo la sociedad se ha olvidado del verdadero valor del campo y de la dedicación que hay detrás de la producción de alimentos. Nos dice que es importante empezar a cambiar esa percepción y revalorizar el trabajo que realizan las comunidades. Como futuro Ingeniero Ambiental, refuerza la importancia de proteger la flora y fauna del país y nos recomienda aprovechar este tiempo para reflexionar sobre los cambios que son necesarios hacer.
Nombre: Elizabeth
Comunidad: Ccorimarka
Estudios: Administración de empresas hoteleras y turísticas
La familia de Elizabeth produce principalmente maíz, papa, quinua, cebada, habas verdes y verduras. La producción principal es para auto subsistencia, excepto por las verduras que también son comercializadas en Cusco. Elizabeth y su familia tienen la costumbre de compartir algunos de sus productos con las visitas que puedan tener en casa.
Los primeros días de la cuarentena, cuando residía aún en la ciudad del Cusco, Elizabeth tenía mucho miedo de salir. Sin embargo, ahora que ha regresado a la comunidad se siente más tranquila, ya que puede estar en la naturaleza. Actualmente, lo que le parece más difícil es no poder hacer sus tareas y enviarlas por Internet, ya que su comunidad carece de este servicio. Elizabeth nos cuenta que su compañero Cesar Jhon le ayudó con una de sus tareas, ya que él pudo ir a la ciudad del Cusco para enviar las suyas. También extraña estar con sus amigos. Junto a ellos, había planeado un paseo, pero no pudieron concretarlo debido a la cuarentena. Elizabeth nos cuenta que también extraña pasar tiempo con el equipo de Amantaní. Por otro lado, se siente muy afortunada de haber regresado a su comunidad y poder estar con sus padres, a quienes extraña mucho mientras estudia en la ciudad.
Para Elizabeth, el Ayni principal es el de la producción de alimentos en el campo. Menciona que las familias deben seguir trabajando y que la suya en particular continuará cosechando productos y llevándolos a la ciudad.
Elizabeth se siente feliz de poder colaborar con la producción de alimentos en la comunidad. Las reglamentaciones actuales permiten que las familias puedan continuar con el trabajo de campo para el abastecimiento de comida al resto del país. Sin embargo, siente que por el momento hay algunas normativas que no están del todo claras. Por ejemplo, le comentaron que en la capital de Ccorca estuvieron trabajando en la chacra y la policía indicó que ese trabajo está prohibido, a pesar de que es sumamente necesario a nivel país.
Asimismo, reconoce que hay un poco de incertidumbre o temor entre la gente en cuanto al tema económico. Por ejemplo, ella llevó unas habas verdes para vender en la ciudad y los compradores sólo querían pagar el costo del mismo, mas no el precio completo. Esta experiencia en la comunidad le ha permitido a Elizabeth realmente comprender la importancia del trabajo de campo y el reconocimiento justo del trabajo realizado.
Nombre: Urbano (Alias: Urban o “Chiroque” para sus amigos)
Comunidad: Ccorca Ayllu
Estudios: Administración de Negocios Internacionales
La familia de Urbano normalmente produce papa, maíz, lizas, habas y tarwi, generalmente para auto consumo. Sin embargo, en muchas oportunidades realiza trueques para adquirir frutas. Urbano se siente orgulloso de poder trabajar en la chacra. Actualmente, con su familia están preparando la tierra para la siembra, cuya cosecha será el año que viene. Tienen que aprovechar las lluvias que son muy buenas para el Yapuy.
Para él, el trabajo en el campo es difícil. Menciona que, a veces, uno fracasa por las inclemencias del tiempo, como la graniza o las heladas, y que esto está fuera del control de uno. En casos como esos, se puede perder incluso todo un año de producción. Para Urbano es importante que la sociedad comprenda estas situaciones.
Actualmente, Urbano extraña jugar fútbol, ya que pertenece a un equipo de la liga de Ccorca. El equipo iba a empezar a jugar las fechas de clasificación en un campeonato. Hace poco tiempo recibieron un refuerzo de jugadores muy buenos y tenia la esperanza de poder clasificar a la Copa Perú. También indicó que extraña mucho poder conversar diariamente con los tutores de Amantaní, participar en los talleres y sentarse a escuchar música en Paqari Wayna (Casa Juvenil).
Urbano nos cuenta que en Ccorca Ayllu las personas se organizaron y están controlando el paso de los carros. Solo aquellos que tienen autorización pueden llevar a los dueños de las tiendas hacia la ciudad. También nos cuenta que ha notado que algunos productos han subido de precio, pero que ellos continúan con el trabajo en la chacra y que este pequeño movimiento de personas le permite tener acceso a pollo y pescado para complementar su nutrición.
Actualmente, lo que más disfruta es comer los platos que están preparando en la comunidad con alimentos de la cosecha. A esto se le conoce como “merienda” y lo comen en días de trabajo en el campo. Su favorito es cuando se acompaña con un delicioso cuy. En espíritu de empatía, le envía fuertes abrazos a todos aquellos que actualmente están pasando una cuarentena en la ciudad y que no tienen la posibilidad de poder estar en la naturaleza, como él.
Urbano se siente muy orgulloso de trabajar la chacra y siente que, si no fuera por todas las personas que, como él y su familia, se siguen dedicando a la agricultura, Cusco actualmente tendría problemas de desabastecimiento. También reflexionó sobre los problemas que se presentan a la hora de vender los productos. Por ejemplo, usualmente los compradores en Cusco suelen escoger las papas más grandes y no quieren las pequeñas. Urbano menciona que le gustaría que haya un poco más de comprensión respecto al tiempo y la dedicación que toma poder hacer los productos uniformes y de gran tamaño mientras que se continúan utilizando métodos de cultivo más orgánicos y tradicionales.
Nombre: Cleyde
Comunidad: Ccorca - Capital de distrito
Estudios: Guía oficial de Turismo
Actualmente, Cleyde y su familia se encuentran trabajando en el fitotoldo-invernadero, para poder sembrar hortalizas y rosas. Cleyde está tranquila porque toda su familia está junta; incluso, su hermano mayor, quien estaba estudiando, pudo volver a Ccorca. Se siente afortunada de poder estar con ellos, considerando que la situación de la cuarentena cayó de sorpresa para todos.
Junto a su familia, también están preparando el trigo para hacer pan, pero quizás este año tengan que molerlo en el molino de manilla que tienen en casa, ya que no pueden bajar a Cusco para molerlo en los molinos habituales. Es posible que este año para poder hacer pan tenga que ir a la comunidad de Rumaray.
En Ccorca (capital de distrito) el control de la policía está siendo bastante estricto y no están pudiendo hacer los trabajos de la chacra. Cleyde opina que la situación de la cuarentena es muy incómoda para los campesinos, porque está impidiendo que puedan trabajar en las chacras. Muchos de ellos solo cosechan para subsistir y es importante que pueda continuar con sus labores para poder seguir alimentándose. En la comunidad tuvieron una asamblea hace poco y determinaron que nadie trabajaría en las chacras, pero esto es difícil de cumplir, ya que en este período del año se debe preparar la tierra para el año que viene. Lamentablemente, por el momento solo podrán ir a las chacras en grupos muy pequeños.
Por otro lado, a pesar de que la policía dijo que nadie podía transitar, muchas personas dejaban de cumplir con las normas una vez que la policía ya no estaba en las calles, entonces son los jóvenes los que han empezado a fortalecer las medidas de control. Ellos pusieron tranqueras a la entrada de Ccorca y ahora ya no hay carros extraños. A veces ingresaban carros que venían a hacer turismo y visitaban las pinturas rupestres de Teqsecocha.
A Cleyde le informaron que tendrán clases virtuales, pero los que están en el campo como ella no tienen un fácil acceso al Internet o la intranet del centro de estudios. Felizmente, en su clase tienen una junta directiva que se encarga de brindar la información relacionada a las tareas. La junta también se ha comprometido a velar por todos los compañeros. Para poder enviar sus tareas, Cleyde recibió ayuda del presidente de la junta. Hizo sus tareas a mano, les tomó foto y se las envió al presidente para que él pudiera subirlas al sistema del centro de estudios. Esta fue la mejor solución que pudo encontrar. Sin embargo, siente que no aprende como lo hacía en las clases presenciales y extraña el formato de clases original.
Una de las cosas que más extraña Cleyde es poder ir a la Casa Juvenil Paqari Wayna y conversar con sus amigos. También extraña ir a sus clases y le apena sentir que se está atrasando.
Cleyde reflexiona sobre lo que está pasando con el turismo en Cusco y se siente muy preocupada ya que muchas agencias, hoteles y restaurantes están cerrando. Indica que muchas personas perderán la confianza en viajar y la temporada baja durará más tiempo.
Ella aprovecha en decirle a todos que se queden en casa y que obedezcan lo que dice el presidente. Dice que es importante seguir las normas para disminuir los contagios.
Nombre: Clara Ines
Comunidad: Huanoquite (Capital del distrito)
Estudios: Se estaba preparando para estudiar Educación en el IST de Santa Rosa.
Clara está en un momento de mucha incertidumbre. Por ahora, ella está muy preocupada ya que el 21 de marzo tenía que haber rendido el examen de ingreso para el Instituto Santa Rosa. Se había estado preparando mucho y ya no sabe cuándo será la nueva fecha del examen.
Ella está en casa junto a su familia y esto la hace sentir bien. Con ellos, están haciendo el desyerbe de los maizales. Su familia produce maíz blanco y amarillo, para la venta, y el maíz Cecche tostado para autoconsumo. Están esperando la época de cosecha en el mes de mayo y junio. En esos meses, cosechan el maíz, lo hacen secar y lo venden. La familia está practicando el Ayni y la Minka, que es una ayuda recíproca en los deberes de cada familia. Se siente orgullosa porque van a poder ayudar a las personas de la ciudad con todo lo que están cosechando en el campo. Clara nos cuenta que el trabajo en la chacra permanece igual durante época de cuarentena y todos puedes transitar libremente hasta las 6:00 pm.
Cuando era pequeña, Clara iba a la ciudad a vender con su abuela. Al principio, le daba miedo, pero poco a poco fue ganando más seguridad en sí misma. Probablemente luego de la cuarentena vaya ella misma a vender sus productos.
De Cusco no extraña mucho, ya que estuvo poco tiempo y aún no se acostumbraba. Pero extraña estar con sus amigos en la Casa Juvenil Paqari Wayna.
Actualmente, se mantiene muy informada respecto a las noticias que circulan del COVID-19. Dice que este episodio quedará grabando en la historia del Cusco y del mundo entero. En las noticias suele ver que muchas personas no están siguiendo las normas; no respetan lo que dice el presidente y solo piensan en ellos mismos. Dice que es importante que en este momento pensemos en los demás y en el daño que haríamos si contagiáramos a otros, aún sin saberlo. A veces siente que ver tantas noticias hace que se preocupe más.
Por último, nos cuenta un poco sobre unas tranqueras que pusieron en la entrada de Huanoquite para prevenir el paso de personas extrañas a la comunidad. Menciona que los ronderos se están encargando de monitorear esto pero que también es importante que estén bien capacitados para que sepan a cuántos metros de distancia deben mantenerse de las personas o de los vehículos al momento de hacer la intervención.
Clara nos pide que nos cuidemos y que nos quedemos en casa.
Nombre: Diana
Comunidad: Cusco
Estudios: Asistente Contable
Diana pasa la cuarentena en Urateac, anexo de Carhuis. Está con su hijo Angelo, de 2 años y 4 meses. Angelo está disfrutando de tomar leche de vaca, chicha de jora natural, comer vísceras y papa. Por el momento no siempre logran conseguir pan, pescado y huevo, pero se abastecen de lo demás sin problemas. Angelo disfruta de estar con los animales. Estas semanas ha aprovechado también para poder quitarle el pañal a su bebé. Está contenta porque antes había intentado y no había podido.
Ella fue una de las beneficiarias del bono de S/. 380.00 provisto por el Estado. Tanto ella como su mamá están tranquilas y aliviadas de poder contar con este dinero.
Actualmente, extraña mucho estar con sus amigas y poder ayudar a su mamá en la venta de fruta y CDs. Sin embargo, indica que la cuarentena también se puede aprovechar para estar en familia y participar en actividades más recreativas que normalmente se hubieran dejado de lado por el trabajo y los estudios.
Diana nos pide que estemos muy alertas y que nos cuidemos. Le agradece al equipo de Amantaní por preguntarle constantemente cómo está y por ofrecerle ayuda en todo momento.
