Reporte de situación actual de Ccorca durante la crisis del COVID-19
- Francesca Servalli
- 15 abr 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 13 oct 2024
Hoy se cumple un mes de cuarentena y los pobladores de Ccorca siguen intentando adaptar sus vidas a esta época cada vez más incierta. Como suele ocurrir en el Perú, muchas de las medidas establecidas a nivel nacional no toman en cuenta las dificultades que se presentan en las comunidades rurales que no gozan el mismo nivel de desarrollo de las grandes ciudades del país. Ccorca es una de las comunidades rurales que hoy debe hacerle frente a los obstáculos que se han presentado a raíz de las medidas de prevención establecidas para el COVID-19.
Dada la coyuntura, cada día, a las 12:00 a.m., el presidente Martín Vizcarra brinda un mensaje a la nación. Este comunicado se transmite “en vivo” por radio, televisión y redes sociales. Gran parte de los peruanos que viven en las grandes ciudades del país tienen acceso a esta información por alguno de estos medios, pero para los pobladores de Ccorca la realidad es muy diferente. La mayoría de las noticias se comunican por un solo canal de radio, a través de la emisora Intiraymi. Sin embargo, solo en algunos horarios determinados, se ofrece un noticiero bilingüe, en Castellano y en Quechua, abrazando la interculturalidad característica de la comunidad. El resto del tiempo, los pobladores Quechua-hablantes se mantienen a oscuras y lejos de información que es importante y necesaria en esta época de crisis. Mientras que en la mayor parte del Perú la emisora radial “Radio Programas del Perú” (RPP) es una de las más populares y confiables, en Ccorca esta solo es accesible a las 3:00 am. En el resto del día, la transmisión no es lo suficientemente nítida.
La falta de información es la causa de una grave confusión entre los pobladores de Ccorca respecto al virus. A pesar de que la mayoría sí está al tanto de las medidas de prevención que deben tomar, aún no les queda claro qué es exactamente el COVID-19, cuál fue su origen y por qué es tan peligroso. En otras palabras, la mayoría de los pobladores se protegen del virus aún sin tener la información completa respecto a de qué se están protegiendo. En cuanto a las/os jóvenes, el equipo de Amantaní conversa constantemente con ellas/os para brindarles la información necesaria y así puedan compartirla con sus familiares. Asimismo, Amantaní debe enfrentarse a los nuevos miedos que se van creando en nuestros jóvenes, como, por ejemplo: ¿Qué sucederá cuando se levante la cuarentena? ¿Será seguro retornar a la ciudad para continuar los estudios? ¿O será mejor permanecer en la comunidad? Para la mayoría de las/os jóvenes, la decisión de pasar la cuarentena con sus familias en las comunidades fue una respuesta a una necesidad interna de sentirse seguras/os y protegidas/os en una etapa de gran incertidumbre.
En distritos como Ccorca, en los que las entidades estatales aún no pueden reducir la brecha digital, el principio Quechua del “Ayni” hace un esfuerzo por llenar el vacío. Cada día, las cuatro o cinco familias que sí cuentan con televisión por cable, al estar más cerca de la ciudad del Cusco, comparten las últimas actualizaciones de las normas vinculadas a la prevención del COVID-19. Una de estas personas es el señor Ronald, quien se encarga de escuchar los mensajes del presidente y repetirlos en Quechua para el resto de pobladores.
El rubro de la educación también se ha visto afectado por la cuarentena. A pesar de que el Ministerio de Educación desarrolló el programa: “Aprendo en Casa” en tiempo récord para que los niños y niñas puedan continuar con el aprendizaje académico de forma virtual, no se incluyeron facilidades para aquellas familias sin acceso a internet. Asimismo, es importante mencionar que, en muchos casos, los mismos padres de familia no pueden actuar como acompañantes en el aprendizaje del niño o niña, considerando que su propia formación académica pudo haber sido limitada. En algunos casos, son solo las/os hermanas/os mayores quienes ayudan a las/os niñas/os luego de haber podido acceder a una educación completa gracias al esfuerzo de sus padres. A pesar de que el programa es muy exitoso en algunas zonas del Perú, para las comunidades de Ccorca, el riesgo de retrasarse en el año escolar sigue latente. Para los profesores de los colegios de primaria de Ccorca, este tampoco es un problema fácil de abordar cuando ni siquiera todos ellos tienen acceso a internet para poder comunicarse con el resto del equipo y buscar soluciones.
En cuanto a la escuela secundaria, también se han presentado distintos retos. Amantaní logró conectar a algunas familias y profesores para que pudieran conocer los horarios de clases que se estarían brindado a través de canales de radio, como la emisora Santa Mónica. Sin embargo, esta opción de educación radial no fue muy exitosa. Por un lado, la emisora no tiene llegada a todas las zonas de las comunidades y por otro, muchos de las/os alumnas/os prefieren apoyar a sus familias en el pastoreo y en la agricultura durante esta época de cosecha, en vez de sentarse a escuchar la radio. Asimismo, se debe recalcar que los retos originados en estos meses solo agravan los problemas previamente existentes en la escuela. Uno de ellos es la falta de una persona encargada de la dirección del colegio. Por el momento, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) ha designado a la profesora Isabel para que asuma el rol de directora hasta que finalice la cuarentena; pero la falta de continuidad ofrecida en esa nueva posición causa incluso una mayor incertidumbre.
En zonas rurales como Ccorca, es principalmente la comunidad misma la que se organiza para nivelar las brechas en comunicación y educación. Recordemos siempre que una comunidad se empodera gracias al deseo de los padres de familia por asegurar que sus hijos e hijas reciban una formación académica completa, por la motivación de los jóvenes por convertirse en profesionales y por la convicción colectiva de que un país interconectado y mejor preparado abre las puertas a mejores oportunidades. En zonas en las que la señal de internet es un milagro y en las que la educación pasa de ser un derecho a ser una lucha constante, es nuestro deber visibilizar las brechas para poder reducirlas.